Azares
Quise buscar en el Azar, pliegues predeterminados y señales. Quise encontrar en tu nombre, cábalas, figuras y retruécanos propios. Azares que me dieran la respuesta, de cómo surcar tus mares. Quiso Fortuna loca avisarme del precipicio, y traté de ignorar las señales: el borbotón de ensordecedor sonido que precedía a la cascada; las gotas rubicundas de aguas que salpicaban mi cara; los alborotados pájaros que sobrevolaban mi testa inundada de melaza. Quise intuir en nubes las formas que prevenían el terrible caos que se avecinaba. El buey que en estrofas sus pezuñas zarceaba, arrojando a lo lejos del camino, el barro rojizo que levantaba. El hombre herido que huía y yo escapaba de mi misma a brazadas. Y quería encontrar respuestas en las runas y en las hadas, en gentiles tiradas de cartas, donde no se hallaban. Y quería hacer mágico y grandioso como retazo de película bien planificada,