Descubrirse
Descubrirse
Descubrirse
mirando hacia otro lado,
de
donde tú miras,
y,
entender,
a
base de suplicios y suspiros perdidos del alma,
que
me dueles,
como
duelen esos domingos
en
que mis amigas dicen,
que,
tristes, no pasa nada.
Descubrirme,
a mí misma,
en
un pozo del que no puedo salir,
y
las horas pesan como penitencia
de
un reloj que ya no corre.
Se
estancó el tic tac y mutó en digital,
y
no quiso cambiar los números,
sino
anclarse al vacío de un silencio
establecido
por decreto.
Un
vacío inmenso,
tan
pesado en los huesos,
que
creo que lo siento
como
enfermedad congénita
para
declarar ante mi médica.
Señora,
vengo por lo del "silencio".
Veamos,
me dice, hagamos radiografía.
Sí,
sigue aquí enquistado,
habrá
que operar de urgencia,
pero
debe usted tomar tres cajas de antibiótico,
por
si no remitiera.
Vuelvo
la vista a la receta
y
niego con la cabeza:
"No,
no se irá".
No
hay palabras tan fuertes
que
curen este SILENCIO.
❤️
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