Sentir


Sentir sin ataduras,
amar sin pensar,
rasgadas las enseñanzas,
sin pecados ni “debieras”.
Desear solo al mirarse.
Sentir que habla el aire
que se interpone entre nosotros.
Saber que,
en otro mundo,
en otro lugar,
en sueños,
en imaginarios,
sin nadie más que nosotros,
podría pasar todo,
sin decir nada.
Saber que al roce de tu mejilla,
estallan mundos en mis entrañas.
Y que los actos mundanos,
como saludarte,
como reírnos,
como mirarnos,
son todo lo que existe.
Jugar al pecado
de algo que no debiera ser.  

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