No me dejes...

Se me va la arena del reloj,
se me escapa,
han puesto fecha de caducidad
a nuestras vidas,
y no lo sabemos.

La eternidad se nos va,
en absurdos quehaceres
y devaneos.
Y,
mientras esperamos,

que algo ocurra,
nada sucede.

No me dejes:
que no se escape
el tiempo
que nos queda.

Quiero vivir
como si no hubiera
un mañana.

Y que me atrape
el sueño
de que soy
algo en tu alma.

No estoy muerta,
hay un latido
dentro de mi,
que no se acaba.


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