Tristeza
Tristeza: te apoderas de
mi ser
lo combates y derrotas,
pones freno a mi ilusión
y agotas mis sentidos.
Has vuelto todo del revés
y privado de sentido
el abrir de mis ojos...
has teñido de crueles
grises
lo que tenía color.
Has derrotado a mi batalla
por ver la primavera.
Se ha alejado del sendero
palpitante y nuevo
lo que preveía tan
hermoso.
Has crujido mis huesos
con dolores.
Y las almas partes
como palillos en las
manos.
Has helado mis manos,
has congelado
mi sangre bermellón...
Tristeza
agarraste mis cuerdas
vocales
para no emitir sonido...
y la furia que nacía
se diluyó como
bolitas de enebro
presionadas con mis dedos.
Has gastado
como por encanto,
toda fuerza y energía.
Soy batida en retirada,
soy pieza de caza abatida,
yerma en carros suspendida
cuelga mi cabeza hacia
fuera
y,
aún,
entrecerrados los ojos,
ven los últimos recodos
del camino,
que se desvanece
entre mis postreras
lágrimas.
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