Insignificante

Hoy me siento tan chiquita,
tan indigna de ti,
que quisiera pegar un soplido
y, de pronto, desaparecer.

Hoy me he sentido doliente,
indigna de que me amaras,
y punzadas de acero celoso
se han hecho eco en mi entraña.

Hoy no he sido mujer,
sino niña herida,
y he dudado que me ames,
y he dudado que me anheles.

Hoy se ha oscurecido el día,
y con él, mi ser,
y he sentido vacía mi alma
y quebrada mi confianza.

Amor inquieto y dañino,
que no sabe si quieres o no,
que juega con mi muñeca,
y la zarandea desde tu seguridad.

Amor tembloroso cuyas mariposas
a veces galopan,
otras, asustadas, se hieren
con sus alas unas a otras.

Hoy he necesitado tu abrazo,
y, una vez más,
no te lo he reclamado,
he permanecido en silencio.

He puesto vallas de espinas
a mi alrededor,
y alambradas frías
en mi corazón.

He segado sentimientos,
y negado una mil veces
lo que late,
por temor, por miedo,
a que aún me hagan más daño.






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